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Las olvidadas historias de las mujeres pampinas

Sitio Patrimonio Mundial Oficinas Salitreras Humberstone y Santa Laura

Las olvidadas historias de las mujeres pampinas

Publicado el 13/08/2021
Día de la Mujer Pampina en Plaza Oficina salitrera Humberstone, 2019. Corporación Museo del Salitre
Día de la Mujer Pampina en Plaza Oficina salitrera Humberstone, 2019. Corporación Museo del Salitre
La Corporación Museo del Salitre, administradora del Sitio de Patrimonio Mundial de las Oficinas Salitreras recuerda y destaca a las mujeres de la pampa en relatos hasta ahora omitidos.

La memoria en torno a las oficinas salitreras ha sido predominantemente masculinizada. Tanto las fotografías de la época como los textos que se refieren a la historia pampina suelen retratar únicamente al hombre trabajador del salitre. Sin embargo, desde la Corporación Museo del Salitre, como también desde diferentes organizaciones, se han levantado diversas iniciativas para rememorar a la olvidada mujer pampina. Las mujeres jugaron un rol indispensable para lo que hoy se recuerda como la industria salitrera y, en consecuencia, para todo el patrimonio material e inmaterial que se conformó a su alrededor. Desempeñaron labores que han sido invisibilizadas dentro de la historia oficial, tales como aseadoras, lavanderas, trabajadoras sexuales, empaquetadoras, costureras, cajeras, libreteras, fonderas y cantineras. Estas últimas, las cantineras, servían sin pausas las cuatro comidas a los trabajadores del salitre (desayuno, almuerzo, once y cena). Las fonderas, al igual que las cantineras, ofrecían comidas a los pampinos, pero a diferencia de éstas lo hacían desde sus propios hogares. Incluso, según los censos de la época, fueron cerca de mil mujeres que trabajaron como mineras, calicheras, salitreras y carboneras, ya que acompañaban a sus parejas a trabajar en una época en que no había distinciones porque se pagaba por material recolectado.

Otra faceta poco difundida, es la de las pampinas que lucharon por la defensa de los derechos laborales en la explotación salitrera y que sufrieron junto a sus familiares el trágico desenlace en la Masacre de la Escuela Santa María de Iquique, en 1907. Producto de estas acciones, es que en 1912 el periódico “El Despertar de los trabajadores” consigue poner el tema de la emancipación de la mujer sobre la mesa y que años más tarde sería una importante referencia para el Movimiento por la Emancipación de la Mujer, Memch.

La librepensadora española Belén de Sárraga llegó a Chile en 1913 y luego de visitar Iquique, impulsó la creación de centros integrados por mujeres, que en tan solo un año realizaron 36 reuniones y 24 manifestaciones públicas en Iquique y en la pampa, naciendo de ello la iniciativa “la huelga de las cocinas apagadas” a partir de la toma de conciencia de la importancia que tenían las cocinas en las salitreras.

Como acto de memoria hacia estas historias, Sara Benavides González, fallecida líder del movimiento pampino,  quien fuera presidenta de la Corporación Hijos del Salitre y directora de la Corporación Museo del Salitre, dio un sello a su gestión, destacando el rol y las luchas que las mujeres en la pampa. De esta forma, sumando sus esfuerzos a la Corporación Museo del Salitre y con el apoyo de instituciones públicas y privadas, se han desarrollado múltiples acciones.

Con motivo del día Internacional de la Mujer, en 2009 se realizó un acto de conmemoración del Día de la Mujer Pampina en la Oficina Salitrera Humberstone, en la que participaron más de mil mujeres que vivieron en la pampa. En 2012 se realizó el seminario Celebrando a la Mujer Pampina en la pérgola del hotel de Humberstone. Al año siguiente, se montó la exposición Rostro de Mujer Pampina, organizada por la Corporación Hijos del Salitre junto a la Sociedad Química y Minera de Chile, Soquimich y a la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad Arturo Prat.

Especial impacto tuvo la edición del libro Rosa Elvira, El relato de una Mujer Pampina el año 2015, que corresponde a una narración colectiva, a partir del relato y testimonio de diversas mujeres que vivieron en la pampa. En 2018, la celebración de la Semana del Salitre,  principal actividad de la Corporación Hijos del Salitre, que reúne a quienes vivieron en la pampa y  convoca a la comunidad en general, relevó nuevamente  la figura de la mujer pampina. Para dicha ocasión Sara Benavides manifestó que “las mujeres en la pampa tenían una notoria conciencia social y que trabajaban codo a codo en la lucha por las reivindicaciones sociales junto a los trabajadores de la pampa”. Sin duda es un legado que perdura hasta hoy.

Adicionalmente, en la Plaza Los Pampinitos de Pozo Almonte, se levantó un monumento público que consiste en una escultura que representa a una mujer con dos niños, uno en sus brazos y el otro de la mano junto a su auto de juguete, sobre una base de cemento que tiene un sobre relieve con la figura de un ramo de flores. Esta obra conmemora a las mujeres pampinas, esposas, hijas o hermanas de trabajadores salitreros, que habitaron las oficinas mineras en las actuales regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta.

En años posteriores se ha tomado conciencia de la importancia de incorporar el rol de la mujer en la construcción de los relatos patrimoniales. A partir de ello se crea hace dieciocho años el Programa de Patrimonio y Género en el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, propiciando relatos más inclusivos y contribuyendo a disminuir brechas de género en torno al imaginario del patrimonio nacional.

Fuente: Centro Nacional de Sitios del Patrimonio Mundial – Corporación Museo del Salitre